DESCRIPCIÓN DE ONDAS DE GRAVEDAD ATMOSFÉRICAS EN LA COSTA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA
Iael Pérez, Walter Dragani, Marcos Saucedo, Alejandro Godoy, Bibiana Cerne, y Paula Martín
Servicio de Hidrografía Naval (Ministerio de Defensa)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (FCEyN-UBA)
Servicio Meteorológico Nacional (Ministerio de Defensa)
Instituto Franco-Argentino para el Estudio del Clima y sus Impactos (UMI IFAECI/CNRS-CONICET/CIMA/UBA)
Universidad Nacional de la Plata (UNLP)
Departamento de Geografía (FFyL-UBA)
Manuscrito recibido el 13 de marzo de 2018, en su versión final el 27 de septiembre de 2018
RESUMEN
En este trabajo se estudiaron las perturbaciones de la presión atmosférica en alta frecuencia (ondas de gravedad atmosféricas, OGA) registradas en Mar del Plata durante 2013. Mediante el análisis realizado con el método espectral wavelets se obtuvo que las duraciones de los lapsos de actividad, la estructura espectral, la intensidad energética y las amplitudes de las OGA son diferentes para cada evento. En general, los eventos activos duran entre 5 y 20 h y las máximas fluctuaciones de presión están comprendidas entre 0.5 y 2 hPa, con periodicidades típicas entre 30 y 150 min. De los 37 casos de OGA detectados se encontró que 24 están asociado a frentes fríos, 9 a frentes cálidos, y 4 están relacionados con otros forzantes sinópticos. Se encontró que la mayoría de los eventos ocurren cuando la zona frontal se ubica al N de la Patagonia y se desplaza hacia el E o NE. Se utilizó el modelo Weather Research and Forecasting (WRF) para simular dos casos. En el primero se observó un frente frío y un ciclón en superficie al S de la provincia de Buenos Aires y sobre el océano mientras que en el segundo, un frente cálido al S de Buenos Aires que luego se desplazó hacia el NO como frente frío. Los resultados obtenidos con el modelo WRF indicarían que la dirección predominante de propagación de OGA en la región costera bonaerense sería hacia el E-NE, discrepando con los escasos antecedentes disponibles para la región que indican que la dirección de propagación sería hacia el ESE-SE.